Consígase:
*Un gorrión en su huevesillo.
*La gota de sudor de un pobrecillo.
*La moneda que se roba el monaguillo.
*Y un escritor de poemas con el dedo pulgar amarillo.
Mezcle los ingredientes a fuego lento, en el caldero, desayúnelos el día en el que cante un cordero, usted será después un escritor verdadero.
Pero Sodja carece del último ingrediente, por lo que decide iniciar una búsqueda a bordo de su escoba voladora por las tinieblas de la vieja Praga. Es ahí donde sentado en la banquita sombría de un parque, encuentra a Franz Kafka, un señor escritor que trabaja en la mágica transformación de las letras en flor...
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